Hace unos días estaba platicando con unos clientes sobre sus opciones para pasar sus próximas vacaciones en tierras veracruzanas, la pregunta obligada fue: ¿qué les gustaría hacer que no hayan hecho? ¿aventura o cultura? Ante lo cual ambos, un matrimonio de mediana edad, inmediatamente respondieron: “queremos conocer la esencia del estado”. En ese momento un huracán de ideas potenciales se agolpaban en mi mente, tratando de retener una para ofrecerles y decirles que con esa conocerían esa esencia que buscaban. Pero tan súbitamente así como pasó ese huracán mental, también las ideas se calmaron para dar paso a la mente de operador turístico y propuse: “Para conocer y vivir la esencia de nuestras regiones veracruzanas deben de hacer turismo comunitario, también llamado rural”. Y efectivamente, se debe conocer el estilo de vida de la gente local, cómo cocinan sus alimentos, en qué trabajan, cómo es la comunidad; todo esto se logra a través de un buen recorrido turístico sostenible. El operador turístico que se especializa en el turismo comunitario sabe muy bien que el fin último es que la comunidad o región visitada reciba la mayor parte de los beneficios económicos de esa actividad turística para lograr un desarrollo óptimo; al contrario del turismo masivo e intrusivo que crece sin control.
Afortunadamente en el estado de Veracruz tenemos muchas comunidades que son destinos de interés turístico, ya que tienen una gran riqueza cultural ancestral y que los miembros de ese pueblo o comunidad han permitido compartirla con los visitantes; de esta manera las personas ajenas aprenden sobre los anfitriones y estos a la vez, obtienen un ingreso económico. El turismo comunitario bien realizado busca que las comunidades se beneficien de esas visitas, en contraste con el turismo tradicional en donde solo los hoteleros o restaurantes de cierta zona son beneficiados. Para que el turismo comunitario sea real y honesto, se sugiere que siga los principios básicos del turismo sostenible establecidos por la Organización Mundial del Turismo, de esta manera cuando se trabaja con comunidades totonacas, nahuas o sub urbanas el objetivo es claro, el beneficio económico.
Alguno de ustedes estará preguntando en ¿qué partes de Veracruz se ofrece este turismo comunitario o sostenible?, aunque hay pocos operadores turísticos que se interesen en esto, la respuesta es: en la región de los Tuxtlas, el la montaña Cofre de Perote, en la Sierra de Zongolica y en una que otra región totonaca del norte. No dudo que poco a poco más profesionales del turismo se sumarán a este movimiento internacional y juntos ayudemos a las comunidades a crecer y desarrollarse de acuerdo a sus necesidades.
Así que el matrimonio, después de escuchar algunas opciones, optaron por experimentar este tipo de turismo comunitario; firmemente decididos a poner su granito de arena al visitar a la comunidad y dejar una derrama económica para ellos. Vacacionarán en una de las regiones más bellas de la zona centro del estado de Veracruz, en donde las actividades se relacionan con la montaña Cofre de Perote (4’283 m) y su área de influencia en donde podrán convivir con “gente de la montaña” y también tendrán la oportunidad de visitar cafetales comunitarios (fincas cafetaleras cuyos propietarios son ejidatarios, a diferencia de aquellas fincas de grandes corporativos), entre otras más actividades.
Es así como el turismo comunitario veracruzano va organizándose por el bien de nuestros pueblos originarios y el orgullo de identidad veracruzana. En tus próximas vacaciones opta por disfrutarlas en comunidades en donde tus anfitriones son los mismos habitantes de la localidad.